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La aldea de Las Norias está situada a la orilla de la Rambla de su propio nombre y al pie del macizo montañoso conocido con el nombre de Sierra de Enmedio, ésta, tiene la peculiaridad que se encuentra rodeada por vastas llanuras que tienen una altura media de unos 250 metros, y de forma más o menos equidistantes, entre el terreno aluvial existente se encuentran, la Sierra de los Aljibes por el Noreste, que está formada de terreno arcaico, y las sierras de Cumbre y del Viento al Noroeste, de la época primaria, por el Sur la sierra de Almagro de la época secundaria, y Norte, por la falla o hundimiento por donde discurre la Rambla Biznaga y el Río Sangonera, (también llamado Guadalentín y Reguerón). La máxima longitud está comprendida entre el Cabezo del Trigo y el Cabezo Huércal que es de unos 15 km. y su anchura media de unos 2 km. Como se puede comprobar, no forma parte de ningún macizo montañoso, está aislada en el centro de un valle y de ahí su nombre de Sierra de Enmedio. Sus dos cimas principales son el Cabezo del Aguilón (el Medro) y el Cabezo de Huércal. Su formación geológica data de la época secundaria, en su tramo inferior, es decir, al terreno triásico. El yacimiento de sus criaderos ferruginosos (hierro, manganeso) es muy variado, existen filones que alcanzan a gran profundidad, capas continuas, masas potentes compactadas o estratificadas y bolsas envueltas por rocas diferentes. La aparición de las dioritas se halla ligada a la mineralización de las calizas triásicas. El ferrocarril de hierro de Lorca a Baza circula al pie de la Sierra y se encuentra así de una forma bonita bordeándola siguiendo su dimensión. El distrito minero de la Sierra de Enmedio está dividido en dos partes, precisamente denominados por las dos estaciones que están a sus pies, y nacieron a su sombra, que son el de la Estación del Empalme o Almendricos y el de la Estación de Las Norias que se encuentran respectivamente, en los kilómetros 31 y 38 de su línea férrea. De todo esto ya hablaremos después más pormenorizadamente.

Voy a empezar, en primer lugar, evocando con afecto, y hablar principalmente un poco, sobre la época histórica de Las Norias, que data de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, hay que avisar como cuestión previa, que en líneas generales, eran años duros para la vida cotidiana de todos los españoles, sobre todo en el medio rural, y más especialmente en los años de nuestra posguerra entre hermanos, escasez de productos básicos. Así pues, la vida del día a día, en la aldea de Las Norias, no iba a ser una excepción, así que transcurría lentamente, en silencio, tanto en el campo como en el pueblo, en lo que corresponde a lo político, económico y social, no sin que organizaran sus ocios, sus diversiones lo mejor que podía y con lo que tenían a mano y a su forma, y así hacían sus fiestas, sus bailes de parrandas, malagueñas, jotas murciano almerienses, para superarse hacer la vida más amena, voluntad no les faltaba, y de hecho a pesar de todo conseguían un grado satisfactorio de felicidad, quizás más intenso que lo somos nosotros hoy con tanto consumo, porque como dice el principio “no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita”, porque la avaricia y la acumulación son psicopatías que te hacen infeliz. En la aldea había sus pequeñas grandes “tiendas”, que en esta época, eran las grandes superficies de ahora, que tenían prácticamente de todo de lo que había entonces para cubrir las necesidades primarias de sus habitantes, es decir, alimentación, bebida, excepto ropa y calzado, que eso había que ir a Huércal-Overa o al Puerto Lumbreras (las “albarcas”), por supuesto, también teníamos en el pueblo, Herrero (Felipe), Carpintero, Cartero (Pedro Carrasco, abuelo), Barbero, Maestro, Cura, Estación de Ferrocarril, su Jefe de Estación (Diego Benítez titular y Juan Pelegrín suplente), su Guardagujas (José Flores titular y Antonio Parra suplente), su Brigada de Vías y Obras, con su Capataz ( Antonio Rodríguez ), su Obrero Primero, sus Obreros Especializados y sus Peones, entre ellos por esta época ejercieron de Obreros Especializados, Sebastián Ortega y mi padre (ya ausentes de este mundo).

La Estación de Las Norias, tenía unos doce o catorce empleos, que no era ninguna tontería, es decir, había sus puestos de trabajos, que más o menos, con sus sueldecillos permitía vivir, aunque con sus carencias. Todo esto se acabó en los sesenta.

Bueno estamos haciendo un pequeño repaso de la vida en nuestro pueblo y de nuestra gente, a “grosso modo” decir que estamos hablando casi de un período de casi 100 que no pasó casi nada, quiero decir que apenas cambiaban de modo y forma de vivir, tanto en el pueblo como en los cortijos de las cercanías, salvo la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, que fue un salto cualitativo y asombroso para todos los ciudadanos que tenían la suerte de verlo, mi abuelo Paco Díaz, me contaba que era pequeño cuando pasó el primer tren, y las gentes se asustaban de ver ese monstruo de Máquina de Vapor correr echando humo con sus vagones enganchados por el campo, con aquellas velocidades espantosas, fijaos que ahora el Ave no es nada comparado con lo que supuso el invento de la Máquina de Vapor en aquella época, pues entonces lo que había eran la burra, la mula y el carro, fue algo asombroso para la ciudadanía, fue un salto evolutivo de desarrollo para la humanidad, una mejora muy grande para la civilización humana, después hablaremos de lo que supuso el ferrocarril para el pueblo.

Pero siguiendo con el discurrir de sus gentes respecto de todo lo demás, tenemos que sus habitantes vivían de su dedicación, a lo más hermoso que hay en la vida, a la tradicional agricultura, ganadería, (que ha sido y es, lo más sano para el medio ambiente, la naturaleza y la vida en general) la mayoría eran pequeños propietarios de sus tierras de secano, que viven en sus cortijos, otros, en menor número, eran labradores de fincas ajenas. Unos y otros, siempre pendientes de las escasas lluvias (que eso siempre ha sido lo peor de este lugar), para producir trigo, cebada, centeno, maíz, almendras, aceite de oliva, brebas, higos, algarrobas para su sustento. También eran pequeños y/o medianos ganaderos de ovejas y/o cabras, gallinas, pollos, pavos, conejos para cubrir la necesidades de huevos y carne, asimismo debemos referir la existencia de las “bestias”, caballería, es decir burras, mulas, caballos para la labranza, para labrar la tierra, sembrar, transportar con carros las mercancías producidas en el campo y las personas etc.. Había muy pocas tierras de regadío, prácticamente ningunas, no obstante, había pequeñas huertecillas merced a la construcción de pozos, que extraían el agua con los tradicionales mecanismos de “las norias”, una especie de máquina compuesta de dos grandes ruedas engranadas, que mediante vasijas sube el agua de los pozos accionadas por la caballería. De ahí el nombre de Las Norias, porque había muchos pozos de agua con estas máquinas llamadas “norias”, para sacarla. En estas pequeñas huertecillas se producían en muy pequeñas cantidades frutas, tomates, pimientos, y algunas hortalizas básicas, que a veces se vendían, y/o intercambian, entre vecinos. Asimismo hay que mencionar, el venero, manantial de agua que pasaba canalizada (que se construyó en la época de la República) por Las Norias, y que se utilizaba para uso de los vecinos y cubrir las necesidades básicas de agua de los vecinos, siendo la sobrante para regar, teniendo su centro en el denominado “Lavador”, donde iban la mujeres a lavar sus ropas, y en mi época cuando jugábamos al fútbol lo utilizábamos de vestuario y duchas, hoy tristemente abandonado y desaparecido. Pero desgraciadamente, todo este modo de vivir, producir y convivir, se vino abajo paulatinamente a finales de los cincuenta, y sobre todo, en los años sesenta. Hay que echar mano de la historia, las supuestas “crisis económicas” (ínsitas al funcionamiento del sistema capitalista nunca explicado a los ciudadanos) empezaron a incidir en los productos agrícolas, ganaderos, mineros etc. y ya se dejaba ver la globalización económica, aunque no la llamaran así, pero los efectos eran los mismos, y pasó que el Estado español que hasta ese momento era una autarquía, se abrió al comercio internacional, finales de los cincuenta y sesenta, con tratados comerciales con EEUU y Europa (turismo y mercancías) y así como siempre, en este sistema económico capitalista, tenía que, por un lado que te venían mercancías extranjeras (supuestamente más “baratas” y mejores), y te daban un aparente “progreso” y más consumo, pero por otra lado, perjudica a los ciudadanos del lugar, porque no se dan cuenta que eso juega en su contra, ¿porqué? Porque la producción autóctona se arruina, lo de siempre, la minería “no vale”, el esparto “no vale”, la tápena “no vale”, la almendra “no vale”, el aceite “no vale”, etc. etc. y la mayoría de los campesinos, agricultores, ganaderos, jornaleros, se quedan sin trabajo y todos salimos perdiendo, porque parte de nuestra población muy valiosa, tienen que salir en contra de su voluntad a buscarse la vida a otro lugar porque se mueren de hambre, es decir, las familias tienen que emigra por esos años al extranjero, ya que éramos agricultores, campesinos, ganaderos etc., ¡hala!, al extranjero, a América del Norte y a la del Sur, así se marchan principalmente, a EEUU, Brasil, Argentina, Venezuela, Méjico, (para que ahora digamos “sudacas” (de forma despectiva), ellos tal vez dirían a nuestras familias cuando llegaran allí con lo puesto, “hispanacas” o “iberacas”, o yo no sé que cosa. No obstante, la emigración de nuestros paisanos y familiares, se dirigió mayormente hacia Europa, porque todos tenemos familia en Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda etc. etc.

Señalar también las deficiencias más graves que teníamos en aquella época, y esto es algo muy importante para la calidad de vida, y lamentablemente al día de hoy, parece que vamos para atrás, y eso, en modo alguno lo podemos consentir ni permitir nunca jamás, es el tema de la salud, de la sanidad, por eso no nos podemos dormir los laureles, y que no nos expropien el derecho fundamental y universal que tiene toda persona a la sanidad, establecido por las legislaciones internacionales y constitucionales, de tener una sanidad GRATUITA, SIN AMBAGES NI CUENTOS, a cargo del Estado, la salud es lo primero porque es la vida, por tanto NO SE PUEDE HACER NEGOCIO CON LA VIDA ¡ESO ES INMORAL!, ¡acaso pretenden dejar que la personas se mueran por inasistencia sanitaria delante de un hospital! habiendo médicos y medicinas, sólo por la desgracia de no poder pagarla, ¡eso es un crimen! Y se debe denunciar a quien lo haga. Y al hilo de esto, me vais a perdonar por hacer un inciso, al denominado mayor GOLPE DE ESTADO A LA SOBERANÍA NACIONAL (que ha sido acuñado por muchos juristas y profesores de Derecho de prestigio) que hemos sufrido en los últimos 100 años, ordenado por la Merkel y ejecutado por sus dos súbditos gobernantes peleles, Zapatero y Rajoy, reunidos en una comilona de lujo en un pueblo perdido de Castilla, con nocturnidad y alevosía, de la forma más antidemocrática posible, y modificar el artículo 135.3 “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta”. de la Constitución de 1978, que dicho en términos jurídicos categóricos supone su ABOLICIÓN, es decir, nos quedamos sin Constitución, una barbaridad, que antes que la sanidad, medicinas, educación, prestaciones sociales a personas mayores sin recursos etc. etc. esté el pagar los intereses y el capital de las deudas a los Bancos privados, eso es un salvajismo irracional impropio de personas civilizadas, y por tanto fuera de cualquier moral, ética social que sustenta toda norma jurídica, porque la base de toda norma jurídica, es decir, de una norma obligatoria y vinculante para el cumplimiento de todos los ciudadanos, es la justicia en sentido material, ahí el adagio jurídico de que: SI LA INJUSTICIA SE HACE LEY LA REBELIÓN SE CONVIERTE EN UN DERECHO”, por eso, ante la injusticia y el robo descomunal de los bancos a los ciudadanos, es vital para nuestra supervivencia el DERECHO de que tengamos ¡UNA BANCA PÚBLICA YA!, para que regule el crédito de una manera racional, justa y equitativa que beneficie a toda la sociedad, y no para enriquecimiento bastardo de unos cuantos sin escrúpulos a costa del sufrimiento y miseria de la población. Pero es que además, al día de hoy y con la herramientas jurídicas en vigor, es anticonstitucional, ilegal y antidemocrática, ya que solamente tiene la competencia y potestad de cambiar la Constitución el pueblo español en unas elecciones Constituyentes, no sin antes, haberse debatido y refrendado públicamente con todas las garantías. Y volviendo otra vez al tema sanitario, y retomando nuestro hilo conductor de nuestra historia, la sanidad ha sido siempre una de nuestras deficiencias más graves en la época que estamos hablando, en comparación con nuestros vecinos de por encima de los Pirineos, en que sus ciudadanos disfrutaban de una muy buena sanidad pública y gratuita, pero nosotros estábamos tristemente en el centro de África, casi nos costaba la vida un resfriado, quiero decir que los servicios sanitarios públicos brillaba por su ausencia, y no es que era deficiente, es que apenas existían, ni tan siquiera en Huércal-Overa ni Puerto Lumbreras, algo en Lorca, por decir, las poblaciones más cercanas e importantes. No había a donde acudir, el que se pusiera enfermo o necesitara algún medicamento. NO EXISTÍA NINGÚN SISTEMA SANITARIO. Por eso, ahora no podemos perder lo poco avanzado, y regresar a esos años. NO NOS LO PUEDEN QUITAR, con triquiñuelas de falsas mejoras, LA SANIDAD tiene que ser pública, gratuita y de calidad. Que no nos digan que no hay dinero, cuando las cantidades de sustraídas al erario público (es decir nuestro) por atajo de mangantes son ingentes.

Ahora vamos al tema de la Minería en la Sierra de Enmedio, que fue muy importante, no en balde se denomina distrito minero de Las Norias, que empezó a finales del siglo XIX (1880) y terminó en 1965. Hay que empezar diciendo que tiene su auge en la primera mitad el siglo XX. Así de esta manera desde 1918 hasta finales de la República 1939, fueron los años de más producción, viniendo mineros, técnicos, trabajadores de otras zonas geográficas, y además, se desarrollaron otras actividades complementarias y logística de la comarca, como son las herrerías, carpintería, caballería, talleres de herramientas, de carros etc. etc. Las empresas mineras más importante explotadoras de las minas de la Sierra de Enmedio, eran “Juan Martínez”, “Sánchez Madrid”, “Juan Ramos”, “Eugenio Morales”, hay que resaltar que hubo hasta unas 50 concesiones administrativas explotadoras de minas en la Sierra de Enmedio, eso da idea de la magnitud de una sierra tan pequeña, el hierro que había, que podemos decir, que la Sierra de Enmedio, al día de hoy está casi hueca. Y fue al final de la primera guerra mundial, cuando se incrementó la explotación, que fue como consecuencia de la necesidad de dichos minerales de hierro, plomo etc. para el desarrollo industrial de las potencias europeas, ávidas de la necesidad de esas materias primas, es por ello, que se intensificó de sobremanera la actividad en el distrito minero de Las Norias, siendo las minas de hierro más productivas, la “Rosita” y “San Antonio”, con miles de toneladas mensuales de hierro y manganeso, éstas minas tienen sus criaderos justo enfrente de la Estación de Las Norias, justo detrás de mi casa (mira por donde que casualidad) a unos dos cientos metros si llega, asimismo destacaban las minas de “Pelé”, “Anita”, “Proserpina”, “La Concha”, “San Pedro”, “María”, “Mi Julio”, “Manuela” etc., etc., en casi todas había en esa época, una frenética actividad minera, con lo cual, había trabajo a destajo para mineros sacando el mineral a capazos, vagonetas rudimentarias, transportando con carros, mulas, burras, etc. etc. hasta la Estación Ferroviaria de Las Norias, que ahí se cargaba en vagones tolvas que con Máquinas de vapor se transportaban hasta el puerto marítimo del “Hornillo” en Águilas, para viajar hacia Inglaterra, la máxima potencia imperial industrial y económica de Europa. Que eran los beneficiarios de esas materias primas, que ellos transformaban industrialmente, para la fabricación de las distintas maquinarias. Estas minas, se cerraron prácticamente todas, una vez terminada la guerra civil española, y con la segunda guerra mundial, con la “crisis económica” y la “gran depresión” de los años treinta.

No obstante, mira por donde, en el año 1960 se reabrieron por la empresa Hierros Garrucha S.A. otra vez, los dos complejos mineros, uno, el denominado de “Santa Isabel” que está en Almendricos, y la otro “Anita” que está en de Las Norias. Estas minas fueron electrificadas y modernizadas par su explotación, y me acuerdo, como pusieron los postes de la electricidad de Almendricos a Las Norias por todo lo alto de la Sierra de Enmedio, y subían los postes arrastrados con mulas. Estos dos complejos mineros se cerraron de forma rara y fulminante por otra supuesta “crisis minera” en el año 1965, esto fue el último golpe mortal para la economía de Las Norias y su entorno, porque trabajaban unos 100 obreros, que eran muchos empleos para una zona rural, de tan pocos recursos, y eso es tan así, que afectó hasta en mis familiares más directos, ya que en la mina “Anita” de Las Norias trabajaban mis tíos Pascual y Tomás, y eso les supuso emigrar para Bélgica y Francia, siempre lo recordaré. Y ya que estoy en este punto, no puedo de dejar de relatar una vivencia personal, cuando apenas tendría ocho años, esta es que mi tío Pascual, me llevó a la mina “Anita” de Las Norias. Y fue, porque yo no paraba de darle el tostonazo a mi tía Remedios para que le dijera a mi tío Pascual que hablara con los Encargados y/o Jefes y nos dejaran entrar y ver la mina, tanto le insistí que hablo con sus Jefes, y un buen día, fuimos a la mina. Para mi fue una sorpresa que sus galerías estaban perfectamente alumbradas, con una excelente luz por todas partes, cosa que me sorprendió porque en nuestras casas había quinqués y candiles, aquella vez sería la primera vez que vi. la luz eléctrica. Bueno llegamos a la mina, primero nos subimos en una vagoneta y recorrimos bastantes metros por la galería que estaba en línea horizontal, es decir, en plano, y así llegamos a un espacio grande, alto, redondo, una especie de anchurón, donde tenían sus herramientas, sus maquinarias etc., y desde allí salía otra galería que es la que estaban extrayendo hierro, tenía una inclinación en diagonal, casi vertical, daba miedo verla, y la grata sorpresa, y la consiguiente alegría para mi, es que yo ya pensaba que se había terminado el viaje, y ¡no!, entonces nos subimos en otra vagoneta con cable, de la galería que estaban trabajando y sacando hierro, es decir, la muy inclinada, y veo como suben unos mineros con una vagoneta de cable con hierro, así que, nos subimos en esa vagoneta y bajamos al fondo de la galería, del agujero, donde estaban los mineros con sus cascos arrancando el hierro, para mi fue una alegría electrizante de emoción, ha sido siempre una de las vivencias más bellas que he tenido y que más huella me han dejado. Todavía al día de hoy lo recuerdo con mucha intensidad y viveza, y siempre que oigo, leo o veo algo relacionado con la minería, me llama mucho la atención y me solidarizo con los mineros porque me siento minero.

Por supuesto, que la minería tiene por su propia naturaleza su lado oscuro y feo, empezando por lo duro del trabajo del minero en la propia mina, y lo peor de todo, ser un trabajo muy peligroso, por ser trabajos haciendo galerías en las montañas y/o pozos en el subsuelo, siendo frecuente, como en todas las minas, que se quedarán mineros atrapados por desprendimientos de los terrenos en sus galerías y/o en sus pozos, y en aquella época, se sabe, que la seguridad del trabajo y de los trabajadores brillaban por sus ausencias, y se trabajaba en condiciones absolutamente peligrosas, duras y esclavizantes. Y una de las historias humanas y enternecedoras de la época que cuentan nuestros ancestros, de los hundimientos, desprendimientos, accidentes de las minas, allá por el año 1918, un mal día, de esos que se presentan, los vecinos de Las Norias corrían para la mina Pelé, por la alarma que se había dado, y sucedía que en uno de sus tajos, tres mineros se habían quedado atrapados por un desprendimiento en una de sus galerías, y los vecinos, y la gente en general, que eran, sin ninguna duda, solidarios, y humanitarios de verdad, se agolpaban al lugar de la mina para ayudar como voluntarios a salvar a los tres mineros atrapados por el hundimiento del terreno, allí acudieron mineros expertos de otras minas para poder rescatarlos, y pedían silencio para poder oír golpes o gritos de los mineros atrapados, para tener pistas por donde trabajar, hasta que los oyeron que estaban bien, y que no tenían heridas importantes. Así la consiguiente alegría para todos los mineros, vecinos y sobre todo sus familias, pues antes del anochecer, fijaos en aquellos tiempos, afortunadamente, cuentan que los mineros fueron rescatados sanos y salvos, pero quedó la anécdota del último minero en salir del rescate de la galería de la mina, cuentan, que cuando salió a la calle, y vio la luz del sol, sin decir ni pío, ni gracias, ni hola, ni hablar ni saludar a nadie, ni decir nada, tomó carrera y echó a correr, como si le hubieran dado el pistoletazo de una competición de las olimpiadas, y a toda velocidad corría por la loma abajo donde estaba la mina como histérico, como si fuera detrás de él un tigre, o una manada de lobos, y cuanto más corría al mismo tiempo gritaba y voceaba, “¡adios mina!”, “¡adios mina!”, “¡tú no me vas a pillar más!”, si, de vez en cuando se paraba, y miraba hacia atrás para la mina, pero reanudaba la carrera y seguía corriendo y gritando, y volvía a correr, y se paraba y volvía correr y a gritar, con todos los presentes y rescatadores totalmente extrañados, pasmados del comportamiento de aquel joven minero. Y así corriendo hasta desaparecer por el camino de Góñar, sin que efectivamente volviera más a la mina, porque el día siguiente, cuentan las crónicas de la vecindad, que lo vieron marcharse a Almería para embarcar hacia Brasil, y nunca más volvió ni se supo del joven minero. Pero para los mineros que se quedaban aquí, surgía la preocupación de las familias por los riesgos de hundimientos, desprendimientos de las minas que cada poco habían.

Por último cerramos esta pequeña trilogía de mini relato de la historia de nuestro pueblo, con el capítulo referente a nuestra Estación Ferroviaria de Las Norias, empezando con otra canallada de nuestras “autoridades” como fue ordenar y consentir su derribo, otra barbaridad de las que hacen en contra de la mayoría social y de los ciudadanos, y para beneficiar supuestamente a un individuo, un edificio de más de 100 años en las legislaciones de todos los Estados civilizados están protegidos por unas estrictas normas jurídicas, teniendo lugar la apertura de expedientes con participación de organizaciones y ciudadanos para poder derribarlo. Además, estas estaciones de la línea Lorca- Baza, tienen las características de ser edificios muy bien construidos, y de una estética y belleza peculiar. Por eso, que es e edificio con un pequeña reforma hubiera sido útil y servido para muchos asuntos sociales de interés, en fin, otra irracionalidad de nuestros sistemas y gobernantes políticos, que para nada cuentan con los ciudadanos para realizar sus acciones, nosotros votamos y ellos deciden y hacen en contra nuestra. Bueno empezando por su historia, la Estación de Las Norias está situada en el Km. 30/614 de la línea Lorca-Baza, fue construida en el año 1889, por la Constructora inglesa NEILSON, su Jefe de Estación de años 50-60 fue Diego Benítez. Tuvo su esplendor y una intensa actividad, sobre todo, la primera mitad del siglo XX, digamos hasta mitad de la década de los sesenta, que empezó su declive. En ella se cargaba mineral de hierro procedente de la Sierra de Enmedio, también había otros materiales por estos lares que también se cargaban en nuestra estación, como el esparto, la tápena (alcaparras), rocas porfídicas, balasto, adoquines, que se han sacado para y por el ferrocarril, así como para las carreteras, pavimentación de ciudades, etc. Todas estas mercancías se cargan en La Estación de Ferrocarril de Las Norias, que dista a un kilómetro y medio del pueblo, que fue, como he dicho antes, derruida, derribada de forma ilegal, y por razones absurdas y estúpidas.

El edificio de la Estación era de una sola planta, con marquesina, tenía una sala para el Gabinete de Circulación con sus teléfonos y telégrafos para la comunicación con otras Estaciones y Puesto de Mando de Circulación, que regulaba las circulaciones, el bloqueo de trenes, era la misma habitación que hacia de sala de espera de los viajero, oficina de venta de billetes, facturación mercancía y equipajes, tenía otra habitación para herramientas y mercancías, asimismo existía una vivienda para el Jefe de Estación y su familia. La estación estaba ubicada a la derecha de la vía, medía 13 metros de larga por 8 metros de ancha, también había un pequeño edificio separado a unos metros del edificio principal que era para los retretes, y al lado de estos, tenía un aljibe con agua potable para el servicio de la Estación y de los trabajadores ferroviarios. Había detrás del edificio principal y en la parte de arriba del camino otro pequeño edificio con unas pocas habitaciones para otros menesteres. En cuanto a las vías de circulación, tenía una vía general, y una de cruce, y otra via de apartadero/cargadero, estas dos últimas vías tenían 438 metros de longitud, tenía tres agujas de cambio, tres discos de agujas, dos discos de señales de entrada y una báscula puente con su casilla de 21 toneladas y un depósito para minerales de 400 toneladas. Uno de mis recuerdos nostálgicos de mi niñez de los años sesenta, que disfrutaba viéndolo desde mi casa, o mejor todavía desde la Sierra de Enmedio (cuando estaba guardando mis cabras y ovejas), un cruce de tres trenes, que había en la Estación de Las Norias, que a mi me parecía tan importante como Madrid-Atocha, que tenía lugar todos los días sobre las cuatro de la tarde, primero llegaba un mercancía de Almendricos, después venía un mineral de Huércal-Overa con doce tolvas de mineral de Serón, y por último, venía un Rápido Automotor de lujo sin parada en la Estación de Las Norias, con asientos de primera y segunda, que venía de Valencia para Granada, recuerdo que cuando estaba en la Estación y pasaba dicho tren me quedaba embobado mirando siempre los asientos de primera hechos de tejidos, sus alfombras en el suelo y sus viajeros bien vestidos.

Esta Estación de Las Norias, tenía un tráfico de mercancías muy importante en la primera mitad del Siglo XX, siendo una de los más importantes de la línea ferroviaria Lorca-Baza, Almendricos-Águilas de aquella época, pues tenía un promedio de 7.702 toneladas de carga de mercancías anuales, principalmente, mineral, pórfido, esparto, yeso, tápena etc., así como un promedio anual de 1500 viajeros. Unas cuestiones anecdóticas sobre las Máquinas de Vapor de la línea Lorca-Baza, es que estas bonitas máquinas, de las cuales yo estaba encantado, cuando era pequeño, y siempre las miraba con atención, es que fueron hechas ex-profeso para esta línea por los ingleses, y tenían un detalle especial técnico que ninguna otra máquina tenía ni de vapor, ni diesel, y era que tenía tres ruedas de tracción y la rueda del centro no tiene pestaña para no salirse del carril y nunca se salían, yo alucinaba cuando las veía, decía como es posible que ande por el raíl y no se salga de la vía, y este invento era para adaptarse a las curvas, ya que la línea férrea Almendricos – Baza estaba como bien sabéis llena de curvas, y con ese invento las tomaba mejor y más rápido. De esto tengo recuerdos de mi tierna niñez, cuando viajaba en el tren con esas Máquinas de Vapor, por el valle del almanzora, ya que iba a visitar a unos tíos y primos que vivían en Baza, me encantaba mirar como tomaba de rápido las curvas, disfrutaba más que un tonto con una gorra de cuadros, viendo como subían y bajaban a toda velocidad las bielas y manivelas de las ruedas de tracción.

Un aspecto llamativo eran los nombres de las Máquina de Vapor, que era el de las Estaciones férreas, y así se llamaban, Murcia, Granada, Lorca, Águilas, Huércal, Baza, Guadix, Pulpí, Albox, Cantoria, Tíjola, Purchena, Serón, Almanzora, Zurgena, Caniles, Híjate, Fines, Olula, Jaravía, Lumbreras, Arboleas, Bacares Macael y Almendricos. Si observáis, todas las Estaciones de la línea tenían su Máquina de Vapor, menos Las Norias, yo me di cuenta de muy pequeño, y pregunté qué donde estaba la máquina de Las Norias, y me decían los ferroviarios de la época, que no se sabe el porqué, Las Norias se quedó sin el nombre de una Máquina de Vapor, pero lo que más me jodía, es que algunas Estaciones la tenían por partida doble, ejemplo Fines-Olula, que era una Estación, y había una máquina llamada Fines y otra llamada, Olula, y peor todavía, había pueblos que no tenían Estación de ferrocarril, y sin embargo, si que tenían el nombre de una Máquina, caso de Almanzora, caso de Macael, caso de Bacares, esto me molesta más todavía, se conoce que por aquel entonces no había personajes influyentes en Las Norias y que se dejaran oír por ahí en las alturas de las Administraciones Ferroviarias.
Por último, voy a transcribir el parte de defunción de la Estación de Las Norias el cual me produjo mucha tristeza, y como digo yo sólo a los pobres nos expropian hasta lo más querido, y no voy hablar de los cuentos que al día de hoy nos comen el “tarro” y están muy de moda como: “rentabilidad”, “competitividad”, “mercado”, “crisis”, “deuda”, “Bruselas”, como si la vida, el amor, los sentimientos, la enfermedad, el dolor, tuviera algo que ver con esos “mitos” abstractos, que no se pueden palpar, ni tocar y por supuesto ni sienten, ni aman ni lloran. Pero bueno, eso serían temas muy largos de explicar, con lo que vamos ahora, es con lo que nos ocupa, que es el parte de defunción de mi Estación de Las Norias, no en balde mi padre, tenía su puesto de trabajo de Obrero de Vías y Obras, en ella misma, también decir que cuando era pequeño, unos doce/trece años yo la califiqué y escribí con tiza de carbón de las máquina, en sus paredes laterales con letra grandes “Estación del Amor”, dado que yo siempre he profesado un “Romanticismo tardío”, (los “románticos”, cuentan los libros de literatura que estaban un poco “tocados”) tendría que haber nacido en la época de Espronceda, Bécquer, Larra, etc. que por lo menos, estaba de “moda”.


Bueno aquí está la resolución del cierre de la Estación de Las Norias que decía así:

Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles
MOVIMIENTO
E. 41-3411 CIRCULAR Nº 58 de la 4ª Zona

Valencia 15 de Septiembre de 1969

Línea de Alcantarilla a Guadix

Cierre Estación de LAS NORIAS
Conversión en Apeadero sin personal, de la estación de este nombre
______________
1º A partir del día 28 de septiembre de 1969 quedará convertida en Apeadero sin personal, la estación de Las Norias, situada entre las estaciones de Almendricos y Huércal –Overa, habiendo sido levantados cambios núms. 1, 2 y 4 de acceso a vías II y III, y fuera de servicio las señales de avanzada (parada diferida) conforme determina el artículo 70 del R. de S. e instalados, por ambos lados, a la distancia de frenado correspondiente, el cartelón A, anunciador de la proximidad del Apeadero (Fig. 76 del R. de S.).
2º Queda suprimido de un modo permanente 1ª expendición de billetes a los viajeros, así como facturación de equipajes y perros, a cuyos viajeros les será formalizado los títulos de transporte por los Interventores en ruta.
3º Este Apeadero no intervendrá en la circulación de los trenes, y, por tanto, las estaciones de Almendricos y Huércal-Overa se entenderán directamente entre sí para todo lo referente al concierto de las circulaciones como si el Apeadero no existiese.
4º Por el Departamento Comercial y mediante la publicación de los documentos precisos, se darán a conocer los servicios al público que prestará esta dependencia.
_______________
Lo que se pone en conocimiento del personal interesado, a los efectos reglamentarios consiguientes.

P. El Jefe de la División de Movimiento
José Mª Romero
Vº. Bº.
P. EL DIRECTOR DE LA 4ª ZONA
Rafael Montalt



Bien para finalizar, y como epílogo, recordar con tristeza que la línea de ferrocarril Almendricos-Guadix que se inauguró en el año 1885, la cerraron, o mejor, la mataron el 1 de enero de 1985, así que dejamos de ver por los campos de Las Norias esa imagen de gran serpiente correr por los campos y cruzar el puente de la rambla de Las Norias. Dándose la casualidad o no casualidad, que no pudo cumplir sus cien años. Este cierre supuso uno de los hachazos más criminales para el desarrollo socioeconómico y para la comunicación férrea de esta zona geográfica, con el perjuicio de decenas de miles de sus habitantes, y una de las barbaridades más gigantescas que se pueden hacer desde cualquier óptica que se mire, por eso, a mi, me da la risa, cuando muchos “políticos” profesionales hacen las salvajadas más descomunales, y se descargan diciendo que son “responsabilidades” y/o “decisiones de Estado”. Responsabilidades, si claro, pero penales, para ir a la cárcel, porque perjudican a miles de ciudadanos, y eso es injustificable. Y no es cuestión de romanticismo, ni muchísimo menos, así que no sólo los habitantes del valle del almanzora salieron perjudicados, sino que afecta a los habitantes de las tres regiones, comunidades autónomas, como se quieran llamar, que tienen litoral Mediterráneo, es decir, Andalucía, Murcia y Valencia, porque es la ruta más directa y natural del tráfico para el transporte tanto de viajeros como mercancías, afectando por ello a otros sectores hortofrutícola, ganadero, minería. Hay que asumir que la responsabilidad de su cierre fue de todos, porque no se hizo nada para evitarlo, da igual quien dicte la orden de cerrarla, fijaos que ahora se están gastando ingentes cantidades de dinero en el AVE (y eso con “crisis” y todo), y sin embargo dicen que no tienen dinero para mantener una línea que costaba cuatro perras en época de abundancia, es más se mantenía con sus ingresos, la cierran y nunca la abren, ni unos ni los otros, como se come eso, evidentemente nos engañan, y al contrario que piensa mucha gente de a pie, no es cuestión de “dinero”, eso es falso, la cuestión es muy distinta, se trata si hay pingües beneficios, es decir, si hay “negocio” de embolsarse mucho dinero, ese es el fondo de la cuestión, lo demás son milongas para distraer al personal. Así que no cabe la menor duda, el método para tener derechos, ferrocarril, o lo que sea, es exigirlo, defenderlo, una fuerte resistencia por parte de los ciudadanos si pretenden quitártelo. Esa es la fórmula mágica ya descubierta hace cientos de años. Por tanto, si se hubiera defendido su existencia y organizado una resistente oposición tenaz a su cierre por los habitantes de todo el corredor del Valle del Almanzora, al día de hoy estaría circulando los trenes llenos de viajeros por nuestros campos. Porque así ocurrió Cataluña, con otras líneas menos importantes que ALLÍ NO SE CERRARON.

Bueno queridos vecinos, amigos y visitantes de todo lugar, ya tenemos las fiestas de Las Norias días 17, 18 y 19, para pasar unos ratos de plática y relajo entre amigos que es lo más importante, nos vemos tomando unas cervezas, o lo que sea, y dando saltos en el recinto de siempre, salud y suerte, un abrazo lleno de amistad.

Desde la orillas del Segura, Murcia ciudad del calor atosigante a 10 de agosto de 2012.


P.D. Quiero que sepáis que tengo un blog, que os invito a visitar, dada la sequía de agua y de información verídica que tenemos al día de hoy, hace falta un debate abierto y profundo de nuestra realidad, donde hay que llamar pan al pan, vino al vino y agua al agua, y dejen de mearnos los poderes económicos y sus gestores, que son también nuestros gobernantes y luego nos digan los telediarios que llueve.

Mi blog llama: DE HOC SATIS, firmo con el seudónimo de “EL SORDOMUDO TIENE LA PALABRA”.

La dirección es: http://dehocsatis.blogspot.com.es

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